Pages

domingo, 12 de julio de 2015

Datos sobre el libro ''Utopía'', de Tomás Moro

Un saludo de su amigo Sören Garza (hombre), desde México.

 

 

 

Datos del libro Utopía de Tomás Moro

 

 

 

 

Utopía, cuyo nombre original en latín es Libellus . . . De optimo reipublicae statu, deque nova insula Vtopiae (en español, Libro Del estado ideal de una república en la nueva isla de Utopía) es un libro escrito por Tomás Moro y publicado en 1516.

 

El libro consta de dos partes. La primera es un diálogo que gira principalmente en torno a cuestiones filosóficas, políticas y económicas en la Inglaterra contemporánea al autor y la segunda parte es la narración que uno de los personajes del diálogo realiza de la isla de Utopía.

 

El nombre de la isla fue inventado por Moro y los estudiosos de su obra le atribuyen dos orígenes, ambos del griego. Uno es ou, que significa "no" y el otro eu, que significa "bueno". En ambos casos, el prefijo se complementa con la palabra topos, que se traduce como "lugar".

 

Aunque con el paso del tiempo el término utopía se haya popularizado como sinónimo de perfección, u objetivo inalcanzable, Tomás Moro no le atribuye explícitamente ese significado en su obra.

 

Tomás Moro crea una comunidad ficticia con ideales filosóficos y políticos, entre otros, diferentes a los de las comunidades contemporáneas a su época. Esta creación intelectual es presentada en su obra mediante la narración y descripción que realiza de dicha comunidad un explorador, llamado Rafael Hythloday (algunos traductores cambiaron el apellido por Jitlodeo o Hithlodeo), al regresar a la sociedad medieval europea.

 

Utopía es una comunidad pacifica, que establece la propiedad común de los bienes, en contraste con el sistema de propiedad privada y la relación conflictiva entre las sociedades europeas contemporáneas a Tomás Moro.

 

A diferencia de las sociedades medievales en Europa, las autoridades son determinadas en Utopía mediante el voto popular, aunque con importantes diferencias con respecto a las democracias del siglo XX.

 

La obra contiene numerosas referencias a los pensamientos del filósofo griego Sócrates, expuestos en la obra La República, de Platón, donde se describe asimismo una sociedad idealizada.

 

Moro demuestra, principalmente en los nombres de funcionarios y ciudades de la isla, que se trata de una comunidad imaginaria. Por ejemplo, cuando llama a su capital Amauroto (posiblemente del griego sin muros, o bien, del griego oscuro), regada por el río Anhidro (sin agua) y regida por un funcionario cuyo título es Ademus (sin pueblo). Siguiendo esta progresión, es probable que Utopía provenga del griego outopia, que significa "no lugar" (como, de hecho, lo tradujo al castellano Francisco de Quevedo), aunque también puede provenir del griego eutopia, que significa "lugar bueno".

 

La introducción fue escrita junto con el libro segundo en Flandes, en 1515, y consta de una carta ficticia enviada por Tomás Moro a su amigo Peter Giles (nombre alterado por algunos traductores como Pedro Egidio), en la cual Moro se disculpa por la tardanza en enviar la obra, reconociendo que se trata sólo de una transcripción de lo que ambos oyeron contar al explorador Hythloday sobre la isla de Utopía al regresar éste de su viaje.

 

La segunda parte del libro primero fue escrita en Londres, en 1516, y es un diálogo que el personaje de Tomás Moro tiene con los personajes Peter Giles y el explorador y filósofo Raphael Hythloday, presentado por Giles a Moro. El explorador narra el descubrimiento de nuevas civilizaciones y costumbres diferentes a las de Europa, que conoció al despedirse y desviar su ruta de la de Vespucio. Moro y Giles le aconsejan que ingrese al servicio de algún rey, lo cual es declinado por el explorador, quien alega encontrar a los reyes sumidos en el egoísmo, la envidia y los prejuicios. Moro argumenta acerca de la necesidad de relacionar la filosofía y la política, mientras Hythloday replica que el juego político obliga al filósofo a actuar de manera innoble y su participación es imposible en un régimen de propiedad privada, repartida injusta y desigualmente. Ante una nueva réplica de Moro, Hythloday afirma que la respuesta se encuentra en la isla de Utopía. Propone describir la isla, lo cual es aceptado, dando término al libro primero.

 

No casualmente, al momento de escribir el libro primero, Tomás Moro se encontraba desempeñando cargos políticos cada vez más cercanos al rey Enrique VIII de Inglaterra, situación cuyas características y consecuencias son abordadas en el diálogo de su obra.

 

 

El segundo libro fue escrito en 1515 durante la estadía de Moro en Flandes, según varios estudiosos, inspirado en las narraciones fantásticas que Américo Vespucio realizó del Nuevo Mundo.

 

La descripción de la isla es realizada en el libro a través del personaje de un explorador, Raphael Hythloday, que Moro presenta como un integrante de la tripulación de Vespucio que se separó durante el viaje junto a otros tripulantes y que vivió cinco años en la comunidad de Utopía.

 

La isla fue creada artificialmente por sus habitantes, quienes cavaron una gran fosa por orden del rey Utopo, dejando entrar el mar en ella. El resultado fue un cinturón de tierra en forma de media luna, con una bahía en el centro. La comunidad se compone de cincuenta y cuatro ciudades-estado, incluyendo una capital, Amaurota (probablemente del griego oscuro) que está en el centro de la isla. Las ciudades están situadas de la misma forma, a distancias semejantes y tienen aproximadamente la misma extensión.

Cada ciudad posee en el campo de su demarcación granjas y casas construidas racionalmente y dotadas de instrumentos necesarios para la agricultura. Los ciudadanos se turnan para vivir por períodos de dos años en estas casas y trabajar como agricultores. Cada año, la mitad de los agricultores es enviada a la ciudad y la misma cantidad de personas deja la ciudad y va a trabajar en el campo, aprendiendo el oficio de los que han trabajado allí por un año y preparándose para enseñar a los que lleguen el año siguiente.

 

Las casas son construidas iguales, con dos puertas, una que da a la calle y otra a un huerto. El diseño es racional y previsor, contemplando aspectos como luminosidad, ventilación, etc. Las casas no les pertenecen a los ciudadanos, ya que en Utopía no hay propiedad privada, y cada diez años cambian de casa por sorteo.

 

La población se organiza en familias con un sistema patriarcal, donde el integrante masculino de mayor edad tiene la autoridad. Por cada treinta familias o granjas los ciudadanos eligen anualmente a un jefe, al que llaman sifogrante (de etimología discutida, podría provenir del griego anciano, o bien del eólico sabio). Cada grupo de diez sifograntes con sus treinta familias dependen de un jefe, o traniboro (del griego franco y glotón, probablemente porque preside la mesa), que es también elegido anualmente. En cada ciudad, el total de los sifograntes, en número doscientos, elige por voto secreto al príncipe, entre cuatro candidatos elegidos por el pueblo, uno por cada cuarto de la ciudad. El cargo de príncipe es vitalicio, pero puede ser depuesto bajo sospecha de tiranía. Los traniboros se reúnen regularmente, si no existe urgencia, en el Senado con el príncipe, llevando a dos sifograntes, en cada oportunidad una pareja distinta. Las consultas acerca de la república fuera del Senado en cualquier lugar se castigan con la pena de muerte, buscando evitar las conspiraciones y la tiranía. Los asuntos importantes, son llevados por los sifograntes a las familias a su cargo, donde se discuten para que el sifogrante presente luego la opinión común en el Consejo. Existe asimismo un Senado para toda la isla, ubicado en la capital, donde temas que afectan a la totalidad de Utopía son tratados.

 

Todos los ciudadanos aprenden el arte de la agricultura y pueden elegir más oficios, según sus aficiones, aptitudes y las necesidades de la ciudad. La jornada laboral es de seis horas, suficientes para proveer a la comunidad de las cosas necesarias para la vida y para la comodidad. Todos los ciudadanos aptos, hombres y mujeres, trabajan. De las horas restantes del día, dedican ocho al sueño y las horas libres como deseen, pero son estimulados a realizar actividades que desarrollan la creatividad y la inteligencia, como lectura, música, conversación, juegos matemáticos, etc.

 

Libertad religiosa. Tolerancia y respeto por las diversas religiones de la isla. Condena de las conversiones forzosas y de la violencia por causas de religión. Moral hedonista y pacifista.

 

Es posible encontrar en el relato de Tomás Moro ciertas críticas encubiertas a la sociedad de su época, para lo que utiliza al personaje de Hythloday. Un ejemplo de ello tomado del texto sería:

 

Así, cuando miro esas repúblicas que hoy día florecen por todas partes, no veo en ellas —¡Dios me perdone!— sino la conjura de los ricos para procurarse sus propias comodidades en nombre de la república. Imaginan e inventan toda suerte de artificios para conservar, sin miedo a perderlas, todas las cosas de que se han apropiado con malas artes, y también para abusar de los pobres pagándoles por su trabajo tan poco dinero como pueden. Y cuando los ricos han decretado que tales invenciones se lleven a efecto en beneficio de la comunidad, es decir, también de los pobres, enseguida se convierten en leyes.

 

 

 

Fuente: Wikipedia.


--
La libertad no hace felices a los humanos..., simplemente los hace humanos.

--
Has recibido este mensaje porque estás suscrito al grupo "Francia" de Grupos de Google.
Para anular la suscripción a este grupo y dejar de recibir sus mensajes, envía un correo electrónico a francia+unsubscribe@googlegroups.com.
Para publicar en este grupo, envía un correo electrónico a francia@googlegroups.com.
Visita este grupo en http://groups.google.com/group/francia.
Para acceder a más opciones, visita https://groups.google.com/d/optout.

0 comentarios:

Publicar un comentario