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sábado, 31 de diciembre de 2011

Feliz ano

                                                                                                                                                                                          
Para mis amigos  no conocidos personalmente  de diferentes países  les deseo lo mejor en el próximo  ano   Salud, física, salud mental  y espiritual  en misión de sus seres queridos  abrazos y la mejor felicidad     que vayamos encontrando en nuestras vidas   abrazos  marielos
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[modaynegocios] KTCT te saluda!.. fijate quien gano el concurso!


 
Vamos a comernos el 2012 !!!!
Nos gusta la gente que mueve,
que siente , que agita
Nos gusta la gente que cree,
que apuesta, que flipa
Nos gusta la gente de sangre caliente,
nos gusta la gente que salta, que grita!
Gracias por compartir este año junto KTCT
Fotografía de Constanza Perez
ganadora del Concurso en la provincia de Tucumán
realizado por Manjula Indumentaria.
Modelo:Sofia Bergallo.
Vestido con botones, minifalda y musculosa espalda U
 
KTCT diseño & producción | todos los diseños y derechos reservados 2011 | KTCT no somos solamente una marca de ropa .
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jueves, 29 de diciembre de 2011

''Navidad en las montañas'', I. M. Altamirano. Cuento (fragmento)

Un saludo de su amigo Sören Garza, desde México. Un abrazo en este fin de año e inicio del próximo.

 

 

 

V

 

 

—Vine al país de Ud.,—me dijo—, muy joven y destinado al comercio, como muchos de mis compatriotas. Tenía yo un tío en México bastante acomodado, el cual me colocó en una tienda de ropas; pero notando algunos meses después de mi llegada que aquella ocupación me repugnaba sobre manera, y que me consagraba con más gusto a la lectura, sacrificando a esta inclinación aun las horas de reposo, preguntóme un día si no me sentía yo con más vocación para los estudios. Le respondí, que en efecto la carrera de las letras me agradaba más; que desde pequeño soñaba yo con ser sacerdote, y que si no hubiese tenido la desgracia de quedar huérfano de padre y madre en España, habría quizás logrado los medios de alcanzar allá la realización de mis deseos. Debo decir a Ud. que soy oriundo de la provincia de Álava, una de las tres vascongadas, y mis padres fueron honradísimos labradores, que murieron teniendo yo muy pocos años, razón por la cual una tía a cuyo cargo quedé se apresuró a enviarme a México, donde sabía que mi susodicho tío había reunido, merced a su trabajo, una regular fortuna. Este generoso tío escuchó con sensatez mi manifestación, y se apresuró a colocarme con arreglo a mis inclinaciones. Entré en un colegio, donde, a sus expensas, hice mis primeros estudios con algún provecho.

 

Después, teniendo una alta idea de la vida monacal, que hasta allí sólo conocía por los elogios interesados que de ella se hacían y por la poética descripción que veía en los libros religiosos, que eran mis predilectos, me puse a pensar seriamente en la elección que iba a hacer de la Orden regular en que debía consagrarme a las tareas apostólicas, sueño acariciado de mi juventud; y después de un detenido examen me decidí a entrar en la religión de los Carmelitas descalzos. Comuniqué mi proyecto a mi tío, quien lo aprobó y me ayudó a dar los pasos necesarios para arreglar mi aceptación en la citada Orden. A los pocos meses era yo fraile; y previo el noviciado de rigor, profesé y recibí las órdenes sacerdotales, tomando el nombre de fray José de San Gregorio, nombre que hice estimar, señor capitán, de mis prelados y de mis hermanos todos, durante los años que permanecí en mi Orden, que fueron pocos. Residí en varios conventos, y con gran placer recuerdo los hermosos días de soledad que pasé en el pintoresco Desierto de Tenancingo, en donde sólo me inquietaba la amarga pena de ver que perdía en el ocio una vida inútil, el vigor juvenil que siempre había deseado consagrar a los trabajos de la propaganda evangélica.

 

Conocí entonces, como Vd. supondrá, lo que verdaderamente valían las órdenes religiosas en México; comprendí, con dolor, que habían acabado ya los bellos tiempos en que el convento era el plantel de heroicos misioneros que a riesgo de su vida se lanzaban a regiones remotas a llevar con la palabra cristiana la luz de la civilización, y en que el fraile era… el apóstol laborioso que iba a la misión lejana a ceñirse la corona de las victorias evangélicas, reduciendo al cristianismo a los pueblos salvajes, o la del martirio, en cumplimiento de los preceptos de Jesús.

 

Varias veces rogué a mis superiores que me permitieran consagrarme a esta santa empresa, y en tantas obtuve contestaciones negativas y aun extrañamientos, porque se suponían opuestos a la regla de obediencia mis entusiastas propósitos. Cansado de inútiles súplicas, y aconsejado por piadosos amigos, acudí a Roma pidiendo mi exclaustración, y al cabo de algún tiempo el Papa me la concedió en un Breve, que tendré el placer de enseñar a Ud. Por fin iba a realizar la constante idea de mi juventud; por fin iba a ser misionero y mártir de la civilización cristiana. Pero ¡ay! el Breve pontificio llegó en un tiempo en que atacado de una enfermedad que me impedía hacer largos viajes, sólo me dejaba la esperanza de diferir mi empresa para cuando hubiese conseguido la salud. Esto hace tres años. Los médicos opinaron que en este tiempo podía yo sin peligro inmediato consagrarme a las misiones lejanas, y entretanto, me aconsejaron que dedicándome a trabajos menos fatigosos, como los de la cura de almas en un pueblo pequeño y en un clima frío, procurase conjurar el riesgo de una muerte próxima.

 

Por eso mi nuevo prelado secular me envió a esta aldea, donde he procurado trabajar cuanto me ha sido posible, consolándome de no realizar aún mis proyectos, con la idea de que en estas montañas también soy misionero, pues sus habitantes vivían, antes de que yo viniese, en un estado muy semejante a la idolatría y a la barbarie. Yo soy aquí cura y maestro de escuela, y médico y consejero municipal. Dedicadas estas pobres gentes a la agricultura y a la ganadería, sólo conocían los principios que una rutina ignorante les había trasmitido, y que no era bastante para sacarlos de la indigencia en que necesariamente debían vivir, porque el terreno por su clima es ingrato, y por su situación lejos de los grandes mercados no les produce lo que era de desear. Yo les he dado nuevas ideas, que se han puesto en práctica con gran provecho, y el pueblo va saliendo poco a poco de su antigua postración. Las costumbres, ya de suyo inocentes, se han mejorado; hemos fundado escuelas, que no había, para niños y para adultos; se ha introducido el cultivo de algunas artes mecánicas, y puedo asegurar a Ud., que sin la guerra que ha asolado toda la comarca, y que aun la amenaza por algún tiempo, si el cielo no se apiada de nosotros, mi humilde pueblecito llegará a disfrutar de un bienestar que antes se creía imposible.

 

En cuanto a mí, señor, vivo feliz, cuanto puede serlo un hombre, en medio de gentes que me aman como a un hermano; me creo muy recompensado de mis pobres trabajos con su cariño, y tengo la conciencia de no serles gravoso, porque vivo de mi trabajo, no como cura, sino como cultivador y artesano; tengo poquísimas necesidades y Dios provee a ellas con lo que me producen mis afanes. Sin embargo, sería ingrato si no reconociese el favor que me hacen mis feligreses en auxiliar mi pobreza con donativos de semillas y de otros efectos que, sin embargo, procuro que ni sean frecuentes ni costosos, para no causarles con ellos un gravamen que justamente he querido evitar, suprimiendo las obvenciones parroquiales, usadas generalmente.

 

—¿De manera, señor cura,—le pregunté,—que Ud. no recibe dinero por bautizos, casamientos, misas y entierros?

 

—No, señor, no recibo nada, como va Ud. a saberlo de boca de los mismos habitantes. Yo tengo mis ideas, que ciertamente no son las generales; pero que practico religiosamente…. Si conozco que un sacerdote que se consagra a la cura de almas debe vivir de algo, considero también que puede vivir sin exigir nada, y contentándose con esperar que la generosidad de los fieles venga en auxilio de sus necesidades. Así creo que lo quiso Jesucristo, y así vivió él; ¿por qué, pues, sus apóstoles no habían de contentarse con imitar a su Maestro, dándose por muy felices de poder decir que son tan ricos como él?

 

Y no pude contenerme al oír esto; y deteniendo mi caballo, quitándome el sombrero, y no ocultando mi emoción que llegaba hasta las lágrimas, alargué una mano al buen cura, y le dije:

 

—Venga esa mano, señor, Ud. no es un fraile, sino un apóstol de Jesús…. Me ha ensanchado Ud. el corazón; me ha hecho Ud. llorar…. Señor, le diré a Ud. francamente y con mi rudeza militar y republicana, yo he detestado desde mi juventud a los frailes y a los clérigos; les he hecho la guerra; la estoy haciendo todavía en favor de la Reforma, porque he creído que eran una peste; pero si todos ellos fuesen como Ud., señor, ¿quién sería el insensato que se atreviese, no digo a esgrimir su espada contra ellos, pero ni aun a dejar de adorarlos? ¡Oh, señor! yo soy lo que el clero llama un hereje, un impío, un sansculote; pero yo aquí digo a Ud., en presencia de Dios, que respeto las verdaderas virtudes cristianas…. Así, venero la religión de Jesucristo, como Ud. la practica, es decir, como él la enseñó, y no como la practican en todas partes. ¡Bendita Navidad ésta que me reservaba la mayor dicha de mi vida, y es el haber encontrado a un discípulo del sublime Misionero, cuya venida al mundo se celebra hoy! ¡Y yo venía triste, recordando las Navidades pasadas en mi infancia y en mi juventud, y sintiéndome desgraciado por verme en estas montañas solo con mis recuerdos! ¿Qué valen aquellas fiestas de mi niñez, sólo gratas por la alegría tradicional y por la presencia de la familia? ¿Qué valen los profanos regocijos de la gran ciudad, que no dejan en el espíritu sino una pasajera impresión de placer? ¿Qué vale todo eso en comparación de la inmensa dicha de encontrar la virtud cristiana, la buena, la santa, la modesta, la práctica, la fecunda en beneficios? Señor cura, permítame Ud. apearme y darle un abrazo y protestarle que amo el cristianismo cuando lo encuentro tan puro como en los primeros y hermosos días del Evangelio.

 

El cura se bajó también de su pobre caballejo, y me abrazó, llorando y sorprendido de mi arranque de sincera franqueza. No podía hablar por su emoción, y apenas pudo murmurar, al estrecharme contra su pecho:

 

—Pero, señor capitán… yo no merezco… yo creo que cumplo… esto es muy natural; yo no soy nada… ¡qué he de ser yo! ¡Jesucristo! ¡Dios! ¡el pueblo!

 

 

 

Navidad en las montañas, Ignacio Manuel Altamirano.



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La libertad no hace felices a los humanos..., simplemente los hace humanos.

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El poder de la sonrisa

Un saludo de su amigo Sören Garza, desde México. Un abrazo en este fin de año e inicio del próximo.

 

 

El poder de la sonrisa

 

 

 

http://www.youtube.com/watch?v=7ar_TSl2mP4



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''Ding Dong Merrily on High'', villancico

Un saludo de su amigo Sören Garza, desde México. Un abrazo en este fin de año e inicio del próximo.

 

 

Ding Dong Merrily on High

 

"Ding Dong Merrily on High" es un cuento de Navidad. La canción apareció por primera vez como una melodía de danza secular conocido como "le branle de l'Oficial" en Orchésographie. La canción es del compositor inglés George Ratcliffe Woodward (1848-1934), y fue publicado por primera vez en 1924 en su The Cambridge Carol-Book, cincuenta y dos canciones para la Navidad, Semana Santa y otras temporadas. Woodward fue el autor de varios libros de villancicos, incluyendo El libro de Carol Cowley. El estilo es característico de la alegría de Woodward, badaso en la poesía arcaica. Charles Wood armonizó la melodía, cuando se publicó con el texto de Woodward en el libro Cambridge Carol. Más recientemente, Sir David Willcocks hizo un arreglo para el segundo libro de Villancicos de Coros.

 

 

 

Fuente: Wikipedia.



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lunes, 26 de diciembre de 2011

Re: ALUCINANTE VIDEO. VER HASTA EL FINAL

GRacias Mariela ,Maravilloso !!!!!!!!!!!!!

El 26 de diciembre de 2011 19:59, marielos segura <marielossf@gmail.com> escribió:


---------- Mensaje reenviado ----------
De: Alfredo Barquero <alfredo.barquero45@gmail.com>
Fecha: 26 de diciembre de 2011 13:35
Asunto: Fwd: ALUCINANTE VIDEO. VER HASTA EL FINAL
Para: marielos Segura <marielossf@gmail.com>




 




 



 




 



Ver hasta el final, vale la pena...
 
 
 
-----Alucinante.
No creo que hayas visto nada parecido jamás.  Hace clic en el link:
 
 
 
 
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Fwd: PENGUINS (Sublime!!)



---------- Forwarded message ----------
From: Lisette Salazar <lis.salazar08@gmail.com>
Date: 2011/12/21
Subject: Fwd: PENGUINS (Sublime!!)
To:


MOSTRAR A CHICOS!!!!


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Fwd: ALUCINANTE VIDEO. VER HASTA EL FINAL



---------- Mensaje reenviado ----------
De: Alfredo Barquero <alfredo.barquero45@gmail.com>
Fecha: 26 de diciembre de 2011 13:35
Asunto: Fwd: ALUCINANTE VIDEO. VER HASTA EL FINAL
Para: marielos Segura <marielossf@gmail.com>




 




 



 




 



Ver hasta el final, vale la pena...
 
 
 
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[Marketing Colombia] Los Servicios en los Tratados de Libre Comercio


En el campo internacional la OMC (Organización Mundial del Comercio) ha definido 4 modalidades en la exportación de servicios; que son las mismas que utiliza la legislación Colombiana, aunque no en el mismo orden.

SUMINISTRO TRANSFRONTERIZO: se considera una exportación de servicios por la modalidad de suministro transfronterizo a toda exportación cuyo servicio sea el que cruce la frontera de un país, a través de la red  o físicamente. Bajo esta modalidad caben todos los servicios de internet, mensajería, diseño mediante la modalidad freelance, entre otros.

CONSUMO EN EL EXTERIOR: cunado la persona que requiere el servicio es quien cruza la frontera para tomarlo; ejemplo de esto son todos los servicios turísticos, medicinales tomados en otro país etc. se llama así por que en efecto es quien consumo el servicio quien se desplaza y no el servicio.

PRESENCIA COMERCIAL: inversión  extranjera directa en otros países con la condición de tener un establecimiento de comercio en el país extranjero; de esta manera se considera un exportación de servicios mediante la modalidad de presencia comercial.

MOVIENTO DE PERSONAS: es cuando el que "presta" el servicio se desplaza fuera del país para poder hacerlos; esta modalidad es muy común entre profesionales de la construcción, asesorías, abogados en derecho internacional, etc.

¿QUE ES UN TRATADO DE LIBRE COERCIO?

Es la primera etapa de la integración comercial, social y política entre los países. También puede ser considerado como un acuerdo entre 2 países, entre 1 y más países, bloques comerciales y económicos, 1 país y un bloque o grupo de países, en donde ambas partes se comprometen a cumplir condiciones.

Acuerdos de Libre Comercio:

Se puede negociar en un acuerdo entre otras cosas, bienes, servicios, propiedad intelectual, inversiones y compras estatales.

Normas Aplicables en los tratados en cuanto a los servicios:

Se pretende proteger y favorecer.

Propiedad intelectual
Competencia
Medio ambiente
Asuntos laborales
Cooperación  internacional
Asuntos institucionales
Solución de controversias
Derechos humanos

Servicios:

En la sección de servicios dentro de los acuerdos de libre comercio se busca principalmente:

Establecer los modos de prestación favorecidos y los que no.
Definir las disciplinas de prestación de servicios
Acceso a mercados
Servicios específicos
Las demás normas y regulaciones que afecten a los servicios
Compromisos internacionales de liberalización.

BARRERAS A LOS SERVICIOS EN LOS ACUERDOS COMERCIALES

Modo 1:

Prohibición de prestar  servicios si la empresa no cuenta con presencia comercial en el país destino.

Modo 2:

Prohibición de viajes
Limitar la compra de divisas a extranjeros
Limitar el uso de tarjetas d e crédito a extranjeros
Altos impuestos de salida

Modo3

Prohibición total de construir empresa en país destino
Prohibición a la inversión extranjera en país destino
Prohibición de inversión en sociedad, joint venture o cualquier modalidad.

Modo 4

Visados; de turista, o residente, incluso si se exige la nacionalidad.
Licencias de trabajo
Homologación de servicios
Reconocimiento de títulos profesionales

DISCIPLINAS

Algunas de las disciplinas mediante la cual se exportan servicios son:

NACIÓN MÁS FAVORECIDA
TRANSPARENCIA
REGLAMENTACIÓN ITNERNACIONAL

Acceso a mercados y trato nacional      

Listas positivas:

Lista de servicios beneficiados con el acurdo de libre comercio

Litas negativas:

Lista de medidas no negociables anexos o reservas.

COMPROMISOS:

Limitación en el número de proveedores
Limitación en el valor total de activos y transacciones de servicios
Limitación en el número total de operaciones
Limitación en la cuantía total de los servicios prestados
Limitación en la cantidad de personas que pueden desplazarse
Limitación en la participación del capital extranjero



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Posted By Marketing Colombia to Marketing Colombia at 12/26/2011 12:26:00 PM

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Cristian Beltran Barrero
Bogota Colombia
(571)7320432
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lunes, 19 de diciembre de 2011

AMASIATO RETROGRADO

AMASIATO RETROGRADO
Carlos Cordero

Usted ha visto y leído en los últimos años que, cada vez más, un mayor
número de Jefes de Estado y/o de Gobierno se persignan o usan frases y
símbolos religiosos o aparentan vivir de acuerdo a la doctrina de un
credo cualquiera. Para algunos de ellos este tipo de hipocresía es una
moda y, para casi todos ellos, una necesidad.
En efecto, en las últimas décadas los Subdesarrollados Humanos que, en
Occidente, se incrustan y enquistan al interior de las instituciones
públicas mediante la falsa democracia del dinero, la corrupción y los
partidos políticos, perdieron ya toda credibilidad ante los ciudadanos
debido a los excesos en que han incurrido. Es por ello que estos
malvivientes, viciosos, farmacodependientes, locos, imbéciles,
corruptos, ladrones, perversos, represores, asesinos, genocidas, etc.,
buscan al interior de las iglesias una legitimidad que hace tiempo
perdieron. Mediante actos, imágenes y gesticulaciones cuidadosamente
planeadas para ser vendidas a través de los medios y tratar de
sorprender la buena fe de los gobernados y electores, intentan pasar
como lo que no son: personas sometidas a mandatos divinos y con
virtudes cristianas.
Es un derecho humano creer o no creer, pero los Gobernantes tienen la
obligación de, como dice el mismo mandato de Jesucristo, orar tras las
puertas de su casa ya que, si profesan públicamente, es más un acto
propagandístico y un insulto al sentido común.
El actual amasiato retrogrado entre políticos y jerarquía eclesiástica
de ninguna manera tiene fines éticos ni honestos. A los políticos les
sirve para mantener el poder manipulando sicológicamente a las masas
ahora que los medios tradicionales (electrónicos e impresos) ya no
convencen ni a los más jóvenes, mientras que a los grupos religiosos
les es útil para mantener o recuperar privilegios y fueros, en
detrimento tanto del verdadero progreso humano como de la verdadera
justicia social. Y ese amasiato deshonesto ahora también se quiere
legitimar mediante un matrimonio descarado modificando leyes y
Constituciones cuyo fin es acabar con el Estado laico, el único que
verdaderamente garantiza la libertad de creencia y pensamiento.
Si ya es motivo de preocupación que hasta los políticos de
"izquierda" (tan vivales como los otros) incurran en desmesuras por
ganar los favores de la nada santa Iglesia "moderna", preocúpese por
este tipo de fregaderas ya que, así como van las cosas, pronto tendrá
usted que comprobar que profesa el catolicismo para acceder a empleos
(públicos y privados), apoyos del Gobierno y bienes y servicios que
prestan las instituciones. Para que vea cómo la Iglesia se aprovecha y
lucra con las necesidades y miserias de la gente, allí esta la
"bendición" de la Oficina de Prensa de la Cámara de Diputados que, sin
lugar a dudas, el director de la misma, Octavio Mayen, hizo
"solicitar" a los reporteros de la fuente. Si no lo hacían y no
escuchaban misa, tenga por seguro que no les entregaban "aquellito".
Lo que hoy son derechos en breve tendrá usted que ir a pedirlos ante
un sacerdote, un obispo o un arzobispo como una limosna, una dádiva y
una concesión graciosa. También será obligado a usar símbolos del
catolicismo e, incluso, prendas como la burka islámica. Y que no le de
risa: en materia de regular la conducta, las palabras y la libertad de
expresión de las personas el catolicismo es todavía peor que la
religión musulmana. Allí está la Historia. Compruébelo antes que sea
demasiado tarde y antes de que acabe usted en la hoguera quemado en
leña verde.
Repito, crea usted o no crea, preocúpese. ¡Y mucho!

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distribúyanlo.

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''El Mesías'', Händel

Un saludo de su amigo Sören Garza, desde México. Feliz año, un abrazo cordial.

 

 

 

El Mesías, de Händel

 

 

http://www.youtube.com/watch?v=5_VARtvgGBY&NR=1&feature=endscreen

 

 

 

Georg Friedrich Händel (Halle, 23 de febrero de 1685 – Londres, 14 de abril de 1759) fue un compositor alemán, posteriormente nacionalizado inglés, considerado una de las cumbres del Barroco y uno de los más influyentes compositores de la música occidental y universal. En la historia de la música, es el primer compositor moderno en haber adaptado y enfocado su música para satisfacer los gustos y necesidades del público, en vez de los de la nobleza y de los mecenas, como era habitual.

 

Considerado el sucesor y continuador de Henry Purcell, marcó toda una era en la música inglesa siendo el compositor más importante entre Purcell y Elgar en Inglaterra. Es el primer gran maestro de la música basada en la técnica de la homofonía y el más grande dentro del ámbito de los géneros de la ópera seria italiana y el oratorio.

 

Su oratorio más famoso es el renombrado Mesías, compuesto en 1741. Según la tradición, fue realizado tras un largo período de escasez en la producción musical del compositor debido a una inspiración divina. Lo cierto es que Händel se encontraba en un momento creativo interesante, ya que junto a esta obra escribió el drama coral Samson, que junto a Saúl, Jephta y Belshazzar marcan la cumbre del drama coral. Su coro más famoso es el majestuoso "Hallelujah".

 

Este oratorio fue representado en el Covent Garden y dirigido por Händel todos los años en la época de Pascua hasta el día de su muerte.

 

El Mesías presenta préstamos de otras obras anteriores del propio compositor. En especial se pueden encontrar cuatro de los coros más famosos de la obra en los movimientos iniciales y finales de dos cantatas italianas.

 

Otra particularidad de esta gran obra es que no responde al esquema del oratorio händeliano más típico, con personajes concretos a la manera de una ópera sin escenificación, según la tradición del oratorio romano que el propio Händel frecuentó (La Resurrezione), y con coros que representan personajes colectivos (Sussana), o el pueblo de Israel (Jephta, Joshua, Judas Macabeo, etc.), o bien varios pueblos enemigos (Athalia, Belshassar, Deborah, etc.).

 

El Mesías es más bien una colección de tres cantatas con textos poéticos y narrativos, pero no dramáticos, lo cual es totalmente atípico en Händel (sólo ocurre, además de en esta obra, en Alexandder Feast, Israel in Egypt y L'allegro il Penseroso ed il Moderato).

 

 

Fuente: Wikipedia.



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La libertad no hace felices a los humanos..., simplemente los hace humanos.

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''We wish you a merry chrismas'', villancico

Un saludo de su amigo Sören Garza, desde México. Feliz año, un abrazo cordial.

 

 
El villancico

 

 

 

Un villancico es una composición musical, y la forma poética asociada, tradicional de España, Latinoamérica y Portugal. Estas piezas fueron populares entre los siglos XV y XVIII. Los villancicos eran originariamente canciones profanas con estribillo, de origen popular y armonizadas a varias voces. Posteriormente comenzaron a cantarse en las iglesias y a asociarse específicamente con la Navidad. Compositores notables de villancicos fueron entre otros Juan del Enzina, Pedro de Escobar, Francisco Guerrero, Gaspar Fernandes y Juan Gutiérrez de Padilla.

 

Actualmente, tras el declive de la antigua forma del villancico, el término pasó a denominar simplemente un género de canción cuya letra hace referencia a la Navidad y que se canta tradicionalmente en esas fechas.

 

 

Fuente: Wikipedia.



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''Navidad en las montañas'', I. M. Altamirano. Cuento (fragmento)

Un saludo de su amigo Sören Garza, desde México. Feliz año, un abrazo cordial.

 

 

III

 

Y después de un momento en que consagraba mi alma al culto absoluto de mis recuerdos de niño, por una transición lenta y penosa, me trasladaba a México, al lugar depositario de mis impresiones de joven.

 

Aquél era un cuadro diverso. Ya no era la familia; estaba entre extraños; pero extraños que eran mis amigos, la bella joven por quien sentí la vez primera palpitar mi corazón enamorado, la familia dulce y buena que procuró con su cariño atenuar la ausencia de la mía.

 

Eran las posadas con sus inocentes placeres y con su devoción mundana y bulliciosa; era la cena de Navidad con sus manjares tradicionales y con sus sabrosas golosinas; era México, en fin, con su gente cantadora y entusiasmada, que hormiguea esa noche en las calles corriendo gallo; con su

Plaza de Armas llena de puestos de dulces; con sus portales resplandecientes; con sus dulcerías francesas, que muestran en los aparadores iluminados con gas un mundo de juguetes y de confituras preciosas; eran los suntuosos palacios derramando por sus ventanas torrentes de luz y de armonía. Era una fi esta que aun me causaba vértigo.

 

 

 

IV

 

Pero volviendo de aquel encantado mundo de los recuerdos a la realidad que me rodeaba por todas partes, un sentimiento de tristeza se apoderó de mí.

 

¡Ay! había repasado en mi mente aquellos hermosos cuadros de la infancia y de la juventud; pero ésta se alejaba de mí a pasos rápidos, y el tiempo que pasó al darme su poético adiós hacía más amarga mi situación actual.

 

¿En dónde estaba yo? ¿Qué era entonces? ¿A dónde iba? Y un suspiro de angustia respondía a cada una de estas preguntas que me hacía, soltando las riendas a mi caballo, que continuaba su camino lentamente.

 

Me hallaba perdido entonces en medio de aquel océano de montañas solitarias y salvajes; era yo un proscrito, una víctima de las pasiones políticas, e iba tal vez en pos de la muerte, que los partidarios en la guerra civil tan fácilmente decretan contra sus enemigos.

 

Ese día cruzaba un sendero estrecho y escabroso, flanqueado por enormes abismos y por bosques colosales, cuya sombra interceptaba ya la débil luz crepuscular. Se me había dicho que terminaría mi jornada en un pueblecillo de montañeses hospitalarios y pobres, que vivían del producto de la agricultura, y que disfrutaban de un bienestar relativo, merced a su alejamiento de los grandes centros populosos, y a la bondad de sus costumbres patriarcales.

 

Ya se me figuraba hallarme cerca del lugar tan deseado, después de un día de marcha fatigosa: el sendero iba haciéndose más practicable, y parecía descender suavemente al fondo de una de las gargantas de la sierra, que presentaba el aspecto de un valle risueño, a juzgar por los sitios que comenzaba a distinguir, por los riachuelos que atravesaba, por las cabañas de pastores y de vaqueros que se levantaban a cada paso al costado del camino, y en fi n, por ese aspecto singular que todo viajero sabe apreciar aun al través de las sombras de la noche.

 

Algo me anunciaba que pronto estaría dulcemente abrigado bajo el techo de una choza hospitalaria, calentando mis miembros ateridos por el aire de la montaña, al amor de una lumbre bienhechora, y agasajado por aquella gente ruda, pero sencilla y buena, a cuya virtud debía yo desde hacía tiempo inolvidables servicios.

 

Mi criado, soldado viejo, y por lo tanto acostumbrado a las largas marchas y al fastidio de las soledades, había procurado distraerse durante el día, ora cazando al paso, ora cantando, y no pocas veces hablando a solas, como si hubiese evocado los fantasmas de sus camaradas del regimiento.

 

Entonces se había adelantado a alguna distancia para explorar el terreno, y sobre todo, para abandonarme con toda libertad a mis tristes reflexiones.

 

Repentinamente lo vi volver a galope, como portador de una noticia extraordinaria.

 

—¿Qué hay, González?—le pregunté.

—Nada, mi capitán, sino que habiendo visto a unas personas que iban a caballo delante de nosotros, me avancé a reconocerlas y a tomar informes, y me encontré con que eran el cura del pueblo adonde vamos, y su mozo, que vienen de una confesión y van al pueblo a celebrar la Nochebuena. Cuando les dije que mi capitán venía a retaguardia, el señor cura me mandó que viniera a ofrecerle de su parte el alojamiento, y allí hizo alto para esperarnos.

 

—¿Y le diste las gracias?

—Es claro, mi capitán, y aun le dije que bien necesitábamos de todos sus auxilios, porque venimos cansados y no hemos encontrado en todo el día un triste rancho donde comer y descansar.

—¿Y qué tal? ¿Parece buen sujeto el cura?

—Es español, mi capitán, y creo que es todo un hombre.

—¡Español!—me dije yo;—eso sí me alarma; yo no he conocido clérigos españoles más que carlistas. En fin, con no promover disputas políticas, me evitaré cualquier disgusto y pasaré una noche agradable. Vamos, González, a reunimos al cura.

 

Diciendo esto, puse mi caballo a galope, y un minuto después llegamos adonde nos aguardaban el eclesiástico y su mozo.

 

Adelantóse el primero con exquisita finura, y quitándose su sombrero de paja me saludó cortésmente.

 

—Señor capitán—me dijo—en todo tiempo tengo el mayor placer en ofrecer mi humilde hospitalidad a los peregrinos que una rara casualidad suele traer a estas montañas; pero en esta noche, es doble mi regocijo, porque es una noche sagrada para los corazones cristianos, y en la cual el deber ha de cumplirse con entusiasmo: es la Nochebuena, señor.

 

Di las gracias al buen sacerdote por su afectuosidad, y acepté desde luego oferta tan lisonjera.

 

—Tengo una casa cural muy modesta—añadió—como que es la casa de un cura de aldea, y de aldea pobrísima. Mis feligreses viven con el producto de un trabajo improbo y no siempre fecundo. Son labradores y ganaderos, y a veces su cosecha y sus ganados apenas les sirven para sustentarse. Así es que mantener a su pastor es una carga demasiado pesada para ellos; y aunque yo procuro aligerarla lo más que me es posible, no alcanzan a darme todo lo que quisieran, aunque por mi parte tengo todo lo que necesito y aun me sobra. Sin embargo, me es preciso anticipar a Ud. esto, señor capitán, para que disimule mi escasez, que, con todo, no será tanta que no pueda yo ofrecer a Ud. una buena lumbre, una blanda cama y una cena hoy muy apetitosa gracias a la fiesta.

 

—Yo soy soldado, señor cura, y encontraré demasiado bueno cuanto Ud. me ofrezca, acostumbrado como estoy a la intemperie y a las privaciones. Ya sabe Ud. lo que es esta dura profesión de las armas y por eso omito un discurso que ya antes hizo Don Quijote en un estilo que me sería imposible imitar.

 

Sonrió el cura al escuchar aquella alusión al libro inmortal que siempre será caro a los españoles y a sus descendientes, y así en buen amor y compañía continuamos nuestro camino, platicando sabrosamente.

 

Cuando nuestra conversación se había hecho más confidencial, díjele que tendría gusto en saber, si no había inconveniente en decírmelo, cómo había venido a México, y por qué él, español y que parecía educado esmeradamente, se había resignado a vivir en medio de aquellas soledades, trabajando con tal rudeza y no teniendo por premio sino una situación que rayaba en miseria.

 

Contestóme que con mucho placer satisfaría mi curiosidad, pues no había nada en su vida que debiera ocultarse; y que por el contrario, justamente para deshacer en mi ánimo la prevención desfavorable que pudiera haberme producido el saber que era español, pues conocía bastantemente nuestras preocupaciones a ese respecto, se alegraba de poder referirme en los primeros instantes de nuestro conocimiento algo de su vida, mientras llegábamos al pueblecillo, que ya estaba próximo.
 
Navidad en las montañas. Ignacio Manuel Altamirano.


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La libertad no hace felices a los humanos..., simplemente los hace humanos.

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