Un saludo de su amigo Sören Garza (hombre), desde México.
El viejo violín
William Harnet
Obra: El viejo violín de Harnett (1848-1892)
Corriente: Realismo.
Espacio: Tridimensional cerrado.
Colores: Fríos con algunos puntos cálidos.
Tema: Representar la realidad a través de la perfección del cuadro.
Elementos:
· Ejes horizontales y verticales que se compensan.
· Estabilización de líneas angulares y curvas.
· Representa estatismo.
Este cuadro no sería más que un conjunto de simulaciones artificiosas y, una vez terminado el examen de los objetos imitados, perderíamos todo interés sin él. Sin embargo, sigue cautivándonos. Nos cautiva, porque es algo más que la imitación de un hecho visual: es una obra de arte. Esta pintura "natural" nada tiene de natural, salvo detalle por detalle. Además, el arreglo de los objetos es arbitrario. No es accidental, por ejemplo, la colocación vertical del arco alineado con otras verticales, como el eje dl violín, la rajadura entre las dos tablas del fondo, la porción vertical de las bisagras y aun las orillas derecha e izquierda del propio cuadro que nunca consideramos como parte de una pintura a pesar de que el artista está consciente de que deben incorporarse a la organización general.
Este cuadro naturalista depende, en último término, de elementos no-naturales, es sólo una aproximación al objeto que imita. Como obra de arte, es un objeto independiente de sí mismo. La estabilidad armoniosa que llena, El viejo violín no es producto de nuestra reacción a los objetos representados. Los objetos adquieren esta cualidad, y de ello tenemos conciencia, por su organización. Los mismos objetos podrían estar colocados de un modo inestable para crear la expresión contraria. Por lo tanto, aunque jamás podríamos decir que El viejo violín es una pintura expresionista, tiene elementos expresivos.
Fuente:
http://prepalibre.blogspot.mx/2013/03/el-viejo-violin-de-harnett.html
Se nota una calma, sobriedad. Es posible que sea el estudio de un músico que busca la inspiración, por ello todo está en calma, tal vez esperando la agitada fuerza que saldrá repentinamente de la imaginación de ese músico. El punto luminoso central llama la atención del espectador, lo mismo que la carta y el pequeño rectángulo. Tal pareciera que el autor nos deja en esa zona del cuadro para resaltar que lo importante es la música, pero quizá también la misiva que ha llegado y que todavía no ha sido leída. Las formas curvas del violín se contrastan con las líneas rectas de las cuerdas, de los herrajes y de las figuras rectangulares del sobre, la partitura y del pequeño rectángulo.
Las líneas circulares del herraje y de la "jaladera" de la puerta refuerzan las líneas curvas y sensuales del violín. Los claroscuros son armoniosos, la penumbra resalta aún más los tres puntos luminosos. El realismo es tal que parece una fotografía, pero como realismo el tema no es tan profundo, la forma se subraya mientras que el fondo queda a la deriva. Es como si el autor trajera una cámara fotográfica y, repentinamente, encuentra una imagen de paz y tranquilidad que le llama la atención y la captura en su momento irrepetible en el tiempo.
El viejo violín, óleo sobre tela, altura de 96.52 cm. Cincinnati, Ohio.
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