''Arreglo en gris y negro'', J. Whistler. Pintura

Un saludo de su amigo Sören Garza, desde México.

 

 

 

Arreglo en Gris y Negro, James Whistler (estadounidense, 1834 – 1903)

 

 

De acuerdo al sujeto, la pintura puede despertarnos de inmediato la noble reverencia que sentimos por la maternidad y por la ansiedad. Sin embargo, de acuerdo a su título, su verdadero estado de ánimo es el tema principal en donde hay una mezcla de nobleza, dignidad, reflexión y resignación. Tal estado de ánimo puede estar sugerido por el tema, pero está realizado por las formas y colores. La relación que establece entre ellos se llama composición que es el verdadero carácter expresivo de la pintura.

 

Este cuadro —conocido incorrectamente como la Madre de Whistler— parece "real", como si fuera una fotografía de foco difuso. Cuando las personas ven una pintura, quieren verla como una fotografía, lo más realista posible, pero la pintura nunca puede ser algo "real" porque se trata de una interpretación, algo que el pintor quiere expresar. Si el pintor quisiera presentar la realidad tal y como se ve, simplemente tomaría una fotografía, que aun ésta sería una interpretación de la realidad y no la realidad misma.

 

Arreglo en Gris y Negro representa a la madre de Whistler, éste pintó a su madre como él la concebía, añadiendo la devoción filial a la ya impresionante suma de humana virtud. Aun en el caso de haber sido un mal cuadro, hubiese podido obtener el favor popular. El estado de ánimo no hubiese podido ser transmitido a través de brillantes colores (psicología); el artista reduce el fondo a unos cuantos rectángulos cuidadosamente espaciados, de tonos neutros y suaves (solidez); y contra ese fondo, la figura de la anciana está reducida a una figura geométrica triangular (equilibrio de cuadro).

 

Hay tres puntos de luz que forman un triángulo: la cabeza de la anciana, las manos y el cuadro colgado en la pared, tales puntos intentan romper un ambiente total de monotonía y melancolía. A pesar que es notoria la vida tan dura que ha tenido esta mujer —lo cual se nota en su rostro, su vestimenta y los colores neutros—, los puntos de luz sugieren que su inteligencia, su trabajo y quizá la vida que le dio a su casa, hicieron de ella un ser que brillaba por sí misma y que irradió esa luz a su alrededor.

 

La anciana mira hacia un punto indeterminado, pero ese punto está fuera del cuadro, en la lejanía de su mundo. No es un cuadro desbalanceado, las formas no se recargan hacia un lado u otro; la cortina se contrapesa con la mujer, mientras que los cuadros afianzan la estabilidad. No es un simple cuadro "bonito", es una obra de arte que va más allá de una anciana —madre del pintor— envuelta es un ambiente triste o melancólico. Cada color y forma tienen una función tanto psicológica como compositiva; es una obra maestra a pesar de su aparente simpleza.

 

 

Fuente: Apreciación estética, Pintura. Preparatoria Abierta, SEP.

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