Carlos Cordero
Los Gobiernos neofeudales disfrazados de neoliberales hoy imperantes
son crueles e inhumanos con los más débiles (niños, ancianos y mujeres
en situación de calle, indígenas, etc.), a los que tratan con
indiferencia e incluso pretenden satanizar, pagando campañas de
propaganda mediáticas donde se les tacha de flojos, irresponsables y
vivales. Entre esto último, señalan que los adultos mendicantes rentan
a bebes y niños para dar veracidad a su pobreza como si se tratara de
empresarios embusteros "educados" en el extranjero y no de personas a
quienes el propio sistema perverso quita toda iniciativa mediante una
educación de mala calidad o con falta de educación. Es decir, el
propio sistema crea todos los pobres que vemos por las calles y el
propio sistema los trata de eliminar, pero de mala manera.
Esa crueldad desde el poder político solo es posible y solo se
entiende cuando sabemos que al frente de las instituciones públicas
únicamente hay Subdesarrrollados Humanos (malvivientes, viciosos,
farmacodependientes, locos, imbéciles, corruptos, ladrones, perversos,
traidores, entreguistas, etc.), cuyo ejemplo más patente es el
borracho que todavía padecemos como Presidente de la República. Es
más, Felipe Calderón Hinojosa no solamente deja morir a los bebes y
niños de la calle, sino que también los asesina: con la guerra sucia
contra el pueblo de México (disfrazada de "guerra antinarco,
anticrimen y antiterrorismo") ya lleva en su cuenta personal más de
cuatro mil bebes y niños muertos (documentado por la revista
"Proceso"), sin contar la matanza de infantes realizada en la
guardería ABC, de Hermosillo, en la cual también tuvo participación
activa otro vicioso que llegó a ufanarse de lo que él considera una
virtud (su alcoholismo) y al que se conoce como "El Cuatro Gargantas":
Juan Molinar Horcasitas.
Para terminar este punto por ahora, sepa usted que esos
Subdesarrollados Humanos son impuestos en el poder (Ejecutivo,
Legislativo y Judicial) por la oligarquía internacional de Estados
Unidos y Europa (bancos, Wall Street y corporaciones privadas
gigantescas) mediante la falsa democracia del dinero, la corrupción y
los partidos políticos. Ello también explica ese genocidio y los
crímenes encubiertos que, contra los pobres y los indefensos, lleva a
cabo este sistema internacional.
Ahora que ya sabe usted someramente el fondo del asunto, sepa también
que estos Gobiernos al servicio del neofeudalismo internacional
también trata de que los ciudadanos se vuelvan egoístas con las
acciones que ya mencioné al principio. Es por eso que millones de
personas pasan todos los días frente a esos niños y bebes de la calle
sin tratar de ayudarlos o, incluso, intentando aprovecharse de la
situación de sus padres, a quienes ofrecen una miseria para que les
limpien toda la casa (a lo que, por sentido común, se niegan debido a
lo injusto del trato), haciendo que esos abusones luego pretendan
culpar a los pobres, diciendo: "Es que no quieren trabajar".
De los que se topan a los niños y bebes de la calle hay dos tipos de
personas: los que quisieran ayudar, pero no pueden, que es la gran
mayoría; y los que, pudiendo ayudar, no quieren. Y aunque todos
quisieran ser indiferentes a esa necesidad de sus semejantes
indefensos, a todos les remuerde la conciencia, excepto a los que no
la tienen, entre los cuales están los burócratas malvivientes y
viciosos, y los ricos egoístas. Estos últimos tienen para sus
porquerías (drogas, tabaco, alcohol, casino, etc.), pero no para dar
un apoyo a los bebes y niños en situación de calle. Bien; para que
usted no actúe de la misma manera que estos Subdesarrollados Humanos,
ahí le van dos sugerencias, a reserva de otras acciones que a usted se
le ocurran.
Primero, si tiene desconfianza de los adultos que aparecen con los
bebes y niños de la calle, nunca les dé dinero sino algún alimento,
ropa o calzado que ya no necesite.
Segundo, siempre lleve con usted algún alimento para los niños y bebes
(leche, fruta, etc.), ábralos y déselos en su presencia. También algún
juguete y ropita para ellos.
Entre todos podemos hacer lo que estos Gobiernos inhumanos, genocidas
y terroristas no quieren. Y, se lo aseguro, su conciencia y su karma
se lo agradecerán mucho.
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