"Un hombre de una sola pieza, directo, sin eufemismos", dice de Jorge Bergoglio el rabino argentino Abraham Skorka, rector del Seminario Rabínico Latinoamericano, con sede en Buenos Aires.
Skorka, quien conversó con BBC Mundo, conoce al ahora papa Francisco desde hace unos 20 años; una relación que se remonta a la década de los noventa y no carece de relevancia en una nación de mayoría católica pero con la más grande comunidad judía de América Latina.
Como suele suceder en el país sudamericano, el diálogo comenzó en forma de bromas asociadas al fútbol. Skorka es hincha de River Plate, Bergoglio de San Lorenzo, uno de los enfrentamientos clásicos del fútbol argentino.
"Nos empezamos a conocer desde el momento en que empecé a representar a la congregación israelita en el tedeum del 9 de julio y el del 25 de mayo", recuerda. Son dos fechas patrias en Argentina, en las que la Iglesia realiza ceremonias conmemorativas.
Así, de a poco, "empezamos a tener una aproximación, que ahora es una gran amistad". La voz de Skorka transmite orgullo cuando habla del hombre con el que compartió muchos momentos, incluyendo numerosas horas en televisión.
Su acercamiento los llevó en 2010 a publicar juntos el libro de diálogos "Sobre el Cielo y la Tierra", que cubre temas que van desde Dios hasta el capitalismo y la muerte.
En ese contexto, cuenta Skorka, "nos encontrábamos dos veces por mes, charlábamos de todos los temas".
El dolor compartido
Skorka recuerda sentidamente varios episodios de su vínculo con Bergoglio.
El 11 de marzo de 2012 el diario argentino La Nación publicó una investigación que revelaba que los soldados argentinos judíos que lucharon en la guerra de Malvinas/ Falklands de 1982 habían sufrido humillaciones antisemitas.
Skorka cuenta que Bergoglio lo llamó apenas terminó de leer ese reporte. "Me dijo: 'Yo no lo sabía, comparto su dolor'".
"Me quedó la cuestión del dolor", dice el rabino. "Me tuvo que llamar, por lo tanto que lo había afectado; necesitó llamarme para manifestarme su dolor".
"Me salió del corazón"
Cuando murió el hermano de Jorge Bergoglio, en junio de 2010, Skorka lo fue a ver al velatorio para darle su pésame.
Pasó un largo rato con él, hablando de varios temas. En un momento el rabino quiso saber por qué Bergoglio había pedido al periodista Sergio Rubín que él -Skorka- prologara "El Jesuita", la biografía que este había escrito sobre el cardenal.
La respuesta, que emociona a Skorka, fue: "Porque me salió del corazón".
"Fue algo muy fuerte", reconoce el rabino.
Skorka destaca constantemente lo que él considera la peculiar sensibilidad del papa Francisco.
Recuerda el día, en octubre de 2012, en que Bergoglio le entregó el doctorado honoris causa de la Universidad Católica Argentina, "la primera vez que (esa casa de estudios) le entregaba ese título a un judío, a un rabino, con lo que significaba ese acontecimiento".
Skorka se sorprendió con lo que le dijo Bergoglio en ese instante: "Usted no sabe cómo yo estaba esperando este momento".
Y el entonces cardenal agregó: "Usted se lo merece, yo no hice nada".
El pasado
Bergoglio ha enfrentado cuestionamientos sobre su rol durante el régimen militar que gobernó Argentina entre 1976 y 1983.
En 2010 el diario argentino Página/12 difundió un informe en el que se le acusaba de haber colaborado con las autoridades de la época.
El periodista Horacio Verbitsky, de ese medio, recogió y publicó testimonios de personas que aseguraron que, mientras era superior de la congregación jesuita en Argentina, Bergoglio había retirado su protección a dos sacerdotes de su orden que realizaban tareas sociales en barrios marginales.
"¿Cuáles son las pruebas?", cuenta Skorka que le dijo Bergoglio sobre el tema.
"Como nosotros hablamos directo, yo le pregunté y esa fue su respuesta".
En "El Jesuita", Bergoglio también había rechazado las acusaciones.
"Hice lo que pude con la edad que tenía y las pocas relaciones con las que contaba, para abogar por personas secuestradas", dice en las páginas de su biografía.
Y Skorka cuenta que en el libro de diálogos que escribieron juntos, el Papa "fustiga terriblemente a todos aquellos curas que estuvieron al lado de los opresores, terriblemente"
Allí, dice el rabino, los acusa de haber "vaciado de espiritualidad la faz de la tierra".
Anticipando el Papado
Las conversaciones entre los hombres de fe los llevaron en alguna ocasión a hablar sobre la posibilidad de un Bergoglio Papa.
"Cuando analizábamos el Papado", cuenta Skorka, "sabiendo los dos que él podía llegar a tener esa posibilidad, siempre hablábamos de las dificultades y grandes desafíos" del puesto.
"Su mayor preocupación era lograr conformar, así lo interpreto, una imagen que brinde un profundo mensaje de espiritualidad en un mundo descreído, escéptico y paralelamente dramáticamente necesitado de fe".
Skorka cree que Bergoglio podrá concretar ese proyecto, porque los cardenales "le dieron a él su confianza en un momento de crisis en la historia de la Iglesia".
Por un lado la Iglesia enfrenta una baja de fieles en América Latina, donde se encuentra el mayor número de católicos del mundo, un 41%.
Además, el Vaticano ha enfrentado en los últimos tiempos cuestionamientos en torno a abusos sexuales y la opacidad de sus finanzas.
"Lo eligieron a él para hacer frente a todas las dificultades", asegura el rabino.
Orgullo argentino
"Debiera ser el orgullo de todos nosotros", dice Skorka en referencia a cómo su país y sus conciudadanos deberían, a su parecer, recibir la noticia de un Papa argentino.
Vea la fotogalería: Católicos en Argentina celebran la elección de un Papa de su país
"Con todas nuestras falencias, errores y pequeñeces, él se formó aquí, esta es su patria".
"Estoy muy emocionado, pidiéndole a Dios que le ayude, que le dé fuerza física (en su juventud sufrió una infección respiratoria y le tuvieron que extirpar un pulmón), que redoble sus fuerzas espirituales".