Un saludo de su amigo Sören Garza (hombre), desde México.
Pintura modernista
En contraposición tanto al academicismo como al impresionismo, se abandonan los temas cotidianos por los contenidos simbólicos y conceptuales (un movimiento simultáneo, postimpresionista, se denomina simbolismo), entre los que destaca la mujer, con un tratamiento erótico que llega hasta la perversión (un movimiento simultáneo, muy relacionado, se denomina decadentismo, Gustave Moreau, entre otros).
Técnicamente se insiste en la pureza de la línea (lo que le da un carácter bidimensional) y la expresividad del dibujo (se ha considerado precedente del expresionismo posterior), ambas cosas ya presentes en autores postimpresionistas, especialmente en Toulouse-Lautrec. Las formas orgánicas, especialmente vegetales curvilíneos y espirales (flores, hojas, tallos retorcidos), que rellenan todo el espacio, ya presentes en movimientos ingleses anteriores (prerrafaelismo y arts and crafts), se convierten en un leit motiv paralelo a las formas decorativas de las artes gráficas, con las que están estrechamente identificadas, así como con el cartelismo y la reproducción litográfica. Los formatos preferidos son los alargados y apaisados.
Gustave Moreau
Gustave Moreau nació en París el 6 de abril de 1826, en el seno de una familia burguesa que no puso obstáculos a su vocación artística.
En 1838, Gustave comenzó su educación en el internado del Collège Rollin, pero por diferentes motivos debió abandonar dicha institución y proseguir su educación privadamente. En 1841 viajó con su madre y otros parientes a Italia, donde visitó varias ciudades, realizando varios esbozos de paisajes y de monumentos italianos.
En 1844, completados sus estudios de bachillerato, ingresó como discípulo en el taller de un pintor hoy olvidado, el académico François-Edouard Picot. En 1847 aprobó el examen de ingreso en la Real Escuela de Bellas Artes de París. Intentó por dos veces obtener el Premio Roma, pero fracasó, motivo por el cual decidió abandonar la Academia. Adoptó un nuevo maestro, el pintor Théodore Chassériau, antiguo discípulo de Ingres y de Delacroix, y conoció por esa misma época a Pierre Puvis de Chavannes, dos años mayor que él, con él que le unían no pocas afinidades.
En 1852, Moreau trasladó su taller al tercer piso de una casa que sus padres habían alquilado para él, en el número 14 de la calle La Rochefoucauld. Comenzó dedicándose a copiar obras de maestros en el Museo del Louvre, pero ese mismo año fue por primera vez admitido al Salón oficial, y emprendió una destacable carrera como pintor académico. En 1855, en la Exposición Universal de París, exhibió su obra Los atenienses en el laberinto del Minotauro, junto a pintores tan reputados como Ingres, Delacroix, Rousseau y Courbet.
Entre 1857 y 1859 realizó un segundo viaje a Italia, visitando varias ciudades, y pintando copias de varios maestros italianos, como Miguel Ángel, Rafael, Veronés, Correggio y Carpaccio. A su regreso a París inició una relación amorosa con Alexandrine Dureux— "mi mejor y única amiga", según sus palabras —, que se prolongaría hasta la muerte de ella, en 1890.
Durante los años siguientes, prosiguió con relativo éxito su carrera como pintor, aunque sus poco habituales temas provocaron a veces reacciones encontradas. Se alistó voluntario al estallar la guerra francoprusiana, en 1870, pero debió ser licenciado a causa de sus fuertes ataques de reuma. Vivió con horror la derrota francesa y la época de la Comuna (18 de marzo - 20 de mayo de 1871).
En los años siguientes se acentuó la misantropía del artista, golpeado por las muertes de su madre, en 1884, y de su amante, Alexandrine Dureux, en 1890. En 1891 sucedió a su amigo Elie Delaunay, tras su fallecimiento, como profesor en la Escuela de Bellas Artes de París. Desde 1891 hasta su muerte, Moreau fue profesor de varios futuros artistas, entre los que se cuentan pintores tan célebres como Henri Matisse, Albert Marquet y Georges Rouault, entre otros.
Falleció el 18 de abril de 1898, a los setenta y dos años de edad. Fue sepultado en el cementerio parisino de Montmartre. A su muerte dejó como legado su taller, que se convirtió en el museo Gustave Moreau, inaugurado el 13 de enero de 1903.
Aunque es frecuente incluir a Moreau en la nómina de los pintores simbolistas, su obra se anticipó en varias décadas a la proclamación oficial del movimiento por Jean Moréas en 1886.
El mundo de Moreau está poblado de adolescentes andróginos y mujeres fascinantes y perversas (como la Salomé de su cuadro La aparición, pero también Dalila o Deyanira). Muestra también una cierta predilección por lo monstruoso. Es patente su interés por lo oriental tanto en la elección de los temas como en la ambientación decadente de sus cuadros (Júpiter y Sémele, por ejemplo, evoca poderosamente el arte de la India).
No frecuentó mucho los temas cristianos, aunque en 1862 pintó, por encargo, un Vía Crucis para la iglesia de Notre-Dame-de-Decazeville.
Aunque Moreau rechazó siempre ser un pintor literario, debe destacarse el impacto que su obra causó entre literatos tan relevantes como Théophile Gautier o J. K. Huysmans, entre muchos otros, atraídos por su estética simbolista y decadente.
Edipo y la esfinge
Gustave Moreau
Edipo y la esfinge es un cuadro del pintor Gustave Moreau, realizado en 1864, que se encuentra en el Museo Metropolitano de Arte de Nueva York. Con esta obra, Moreau recibió el reconocimiento de la crítica del salón de París.
Edipo era descendiente del rey tebano Layo, quien lo abandonó al nacer porque un oráculo pronosticó que fallecería a manos de su hijo. Criado por el rey de Corinto a quien fue entregado por un pastor que lo encontró en el monte Citerón, al crecer quiso saber quién era en realidad, por lo que decidió visitar el oráculo el cual le dijo que estaba condenado por el destino a desposar a su madre y matar a su padre. Edipo no regresó a Corinto para no cumplir con su destino y se encaminó a Tebas. En el entrono de la ciudad de las siete puertas, la esfinge, monstruo que retaba a todo viajero que pasaba a descifrar un enigma bajo pena de muerte al no acertar, se enfrentó a Edipo.
El héroe tebano descifraría el famoso acertijo: ¿Cuál es el ser que con una sola voz tiene cuatro patas, dos patas y tres patas? Edipo acertó al contestar que el hombre es cuadrúpedo al nacer, bípedo en su madurez y anda con tres patas al usar bastón en su vejez, que motivaría al monstruo al suicidio. Es un episodio frecuentemente representado en el arte, por ejemplo, en un cuadro de Jean Auguste Dominique Ingres, Edipo y la esfinge del Louvre.
En una descripción muy colorista y de temática algo onírica, propias del simbolismo, Moreau representa al héroe tebano con sus atributos iconográficos (el manto esmeralda y el bastón en su mano izquierda) y a la esfinge encaramándose encima de él. La esfinge es un monstruo con cuerpo de león con alas y busto y cara de mujer. Una belleza engañosa, como demuestra los restos humanos al pie de la columna donde espera la esfinge el paso de sus víctimas.
Fuente: Wikipedia.
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